martes, 9 de diciembre de 2008

Quieto no existe, quieto es sólo una percepción.
Aún cuando creemos que estamos quietos nos movemos:
pulso, latido, parpadeo, el universo. El movimiento es absolutamente todo; el sonido es movimiento, la luz es movimiento, pensar es movimiento, amar es movimiento. Moverse es dejar un estado para buscar otro, es creer que no hay un final, es estar en camino, es seguir yendo, siempre.
Si nos movemos nuestro horizonte se mueve para llegar a donde ni nosotros nos hubiéramos imaginado jamás. A todos siempre algo nos mueve. Vivir es moverse, no es un simple acto de presencia en la Tierra. Moverse es la esencia de estar vivo, es la manifestación plena de vivir.
Si hay movimiento, hay vida.
Tan simple, tan esencial.